En esta foto se puede apreciar a la Virgen del Buen suceso que guarda una curiosa historia del Cusco Colonial, se cuenta que fue llamado un famoso ebanista tallador de Huamanga para realizar trabajos en el convento de Santo Domingo el mismo que sufría de lepra, pero en sus sueños la virgen con un rosario y el niño le dio que si quería ser curado de su mal le buscara en Cusco, al llegar trabajo en el encargo del Obispo escondiendo su mal pero cuando este hubo empeorado no quisieron alojarle en ningún lugar por su mal.
Se dice que al no encontrar ningún lugar hasta que decidió entrar a una modesta capillita que se encontraba cerca del peñón de Mesa Redonda, grande fue su sorpresa cuando vio a la virgen que le había hablado en sus sueños, es por ello que exclamo de rodillas "cúrame madre misericordiosa", saliendo del rosario de la virgen pétalos de rosas que de inmediato borraron cada una de las marcas de su mal. Al saberse el milagro la imagen milagrosa fue trasladada a San Blas y el ebanista estuvo trabajando durante cuatro años para finalmente terminar de tallar el púlpito donde está presente esta virgen conocida desde entonces por este hecho como La Virgen del Buen Suceso.
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